Cuando hablamos de basura orgánica hablamos de aquellos residuos de origen biológico, es decir, que tienen su origen en los seres vivos, o los resultantes de todo el procesamiento de los productos alimenticios. A pesar de que pueden resultar más desagradables a nuestros sentidos, debido a su descomposición, es cierto que son mucho menos problemáticos para el medio ambiente porque son residuos biodegradables y poderse descomponer sin demasiada dificultad. Es por esta razón por la que suelen ser empleados en la elaboración de abonos o compost utilizados en jardinería.
Existen diversos tipos y ejemplos de basura orgánica y algunos de ellos son:
Por el contrario, la basura inorgánica hace referencia a aquellos deshechos cuyo origen no es biológico. Son estos residuos los que pueden resultar muy perjudiciales para el medio ambiente pues al estar elaborados con elementos sintéticos son mucho más difíciles de degradar. Por esta razón, permanecen en el medio ambiente de forma inalterada durante mucho más tiempo con los consiguientes problemas de contaminación que pueden generar.
Cabe destacar que en muchos casos la basura inorgánica puede ser reutilizada o reciclada. Sin embargo, la otra parte de la basura inorgánica no es reciclable, por lo que el único modo de tratarla para que no perjudique al medio ambiente es confinarla en contenedores adecuados para ella. Las mayores responsables de este tipo de basura son las grandes industrias, aunque los hogares también la generan, pero en cantidades mucho menores.
Si existían muchos casos de basura orgánica, de basura inorgánica existen también numerosos ejemplos. Algunos de los ejemplos de basura inorgánica más claros son los siguientes:
Objetos de vidrio, como botellas, cristales…
Aquí en este video puedes aprender cómo clasificar la basura
http://youtube.com/watch?v=HtSxUTb6mQM